La punción seca es técnica de fisioterapia que utiliza agujas de acupuntura para tratar ciertas dolencias, especialmente el síndrome de dolor miofascial, pero su similitud con la acupuntura termina aquí, no se deben confundir estas dos técnicas. Se define como una técnica semi-invasiva porque las agujas penetran la piel en busca del punto gatillo -causante del dolor miofascial- para presionarlo, desactivarlo y acabar con el dolor.  Para encontrarlo, la estimulación -comprensión, contracción, estiramiento, etc.- del músculo es vital, ya que si se produce dolor esto sugiere que existe un punto gatillo.

Para entender exactamente para qué sirve la punción seca, debemos profundizar en el síndrome del dolor miofascial y, para ello, hay que definir sus causas; los puntos gatillo. Los puntos gatillo son zonas del músculo débiles y con gran sensibilidad a la palpación.

Los puntos gatillo pueden producirse por causas muy diversas, movimientos repetitivos, corrientes frías que afectan directamente al músculo, mantener el músculo en posición acortada durante bastante tiempo, golpes, inyecciones, etc. Hay muchos tipos de puntos gatillo:

  • Activos: Siempre dolorosos, responden a la presión con espasmos locales. No permiten el estiramiento completo del músculo y lo debilita, extiende el dolor a zonas alejadas de la palpación.
  • Latentes: Sólo duele al palparse.
  • Centrales:Localizados cerca del centro de la fibra muscular.
  • Clave: Es el responsable de la activación de uno o más puntos gatillo (puntos satélite), al desactivarlo, también se desactivan los satélite.
  • Satélite: Activado por el punto gatillo clave.
  • Primario:Se activa por un movimiento repetitivo o sobrecarga aguda o crónica, no media otro músculo en la activación.

En cuanto a la metodología, existen dos técnicas de punción seca:

  • Punción superficial: Se introduce la aguja a una profundidad máxima de 1cm en el tejido celular subcutáneo, sin llegar a penetrar en el músculo. Tras la punción, se realiza tratamiento conservador sobre el punto gatillo, que eleva el umbral del dolor y facilita el tratamiento.
  • Punción profunda: Las agujas se introducen hasta alcanzar el punto gatillo, por lo que el tamaño de la aguja va en función a la profundidad del músculo dónde este se encuentre, y posteriormente se estimula (introduciendo y sacándola o haciéndola girar). Posteriormente se emplea otro tratamiento superficial.